La fiesta: a veces lo único que tenemos para sentirnos bien
Escrito por: Julieta Blanco | @julieta_emoji
Este es un relato de construcción (casi) colectiva porque así es como me imaginé esta fiesta.
Una fiesta para mí es, ante todo, un espacio social, colectivo, de unión transitoria o permanente. De irrupción física comunitaria.
Pasó la Marcha del Orgullo y quedó algo muy vibrante en el aire. Antes y después. La fiesta se masificó y se multiplicó en los pueblos del interior de la Argentina. Las vacunas se multiplicaron y volvimos, de a poco, a la efervescencia colectiva corriendo despavorides.
Muchxs artistas coparon los line-up, la gente que entrega su servicio al arte de la fiesta y el baile. Supongo que a falta de fiesta me puse a pensar y repensar sobre los lugares que ocupa el festejo/el encuentro de los cuerpos sudorosos en las pistas de baile.
Estuve pensando mucho en esto de la fiesta y sus efectos, sus reverberancias, cómo saber que hay una fiesta (a mi) me cambia la manera en que encaro una semana o un mes (ay, treinta años).
La fiesta: a veces lo único que tenemos para sentirnos bien.
La fiesta: a veces es solo algo de lo que nos podemos agarrar para transmutar cualquier dejo de codicia, celo, enfermedad, solemnidad, aburrimiento, padecimientos generales, en fin, deshumanización o degradación del realismo capitalista.
Según Sofía Lara Largo, antropóloga colombiana, en su estudio Usos y debates del concepto de fiesta popular en Colombia, la fiesta se ha definido de manera intuitiva como un espacio que materializa la carencia de los valores preponderantes de productividad y de progreso de la racionalidad moderna. Un espacio en el que no se trabaja, no se produce, no se cultiva, no se responde a las actividades cotidianas y no se piensa en el éxito duradero o en el desarrollo a largo plazo. Antonio Ariño afirma que "de acuerdo con las teorías clásicas de la modernización, trabajo y fiesta, productividad y hedonismo serían antagonistas" (Ariño, 1992: 9). Así, la fiesta se definiría de manera superficial como sinónimo de ocio, descanso, juego y pereza, enfrentada casi de manera natural al tiempo ordinario del trabajo. Sin embargo, la fiesta como hecho social va más allá de esta vaga definición.
Entonces, la fiesta es mucho más que un encuentro, sobre todo en un contexto muy complejo: avances de derechas, cambio climático con temperaturas en ascenso, inflaciones generalizadas que devalúan nuestro salario, en fin, ¿qué hacemos con la incertidumbre?
Algunos modelos de respuesta en formato fiesta : la fiesta puede ser una lucha, la fiesta de la visibilización y el derecho a liberar la intensidad colectiva por todo aquello que nos es negado, buenos salarios, derechos laborales, reconocimiento de identidades y cuerpas.
La fiesta: mover nuestro cuerpo frenético y libre junto a otrxs haciendo lo mismo.
La colectividad que se celebra a sí misma.
La fiesta: yuxtaposición de sonido, música, decisiones estéticas, cuerpos mutando su química.
¿Qué le pasa al cuerpo en su química cuando estamos bailando en una fiesta? Oxitocina, dopamina, sudor, cambia el oxígeno, las sustancias nos bajan algunas líneas de defensa para que corran otros químicos de segregación natural y artificial combustionando en una cantidad de células en ebullición mutando su composición molecular.
¿Qué es una fiesta? Comer, juntarse, exorcizar los demonios, un ejercicio de construcción colectiva.
Según una encuesta que hice en Instagram, una fiesta es:
Necesidad de reviente o escape de la soledad.
Ir a casa de alguien que celebra la vida a relacionarme con gente que apenas conozco bajo la influencia.
Un evento social donde no puede faltar música.
Un momento para ser estúpida en compañía, por diversión o placer.
Unos buenos temitas de Charly (García) con la gente y las sustancias adecuadas.
Armar familia con los cuerpos sin importar con quien.
Intercambios de energía que alimentan la esperanza de la felicidad.
Encuentro de gente que arma comunidad pasajera para disfrutar como si todo estuviera bien en el mundo.
Un estado de excitación o celebración compartida.
Un espacio con gente, música, ociosidad; una buena noticia: “que fiesta esto”, “un estímulo”.