Entrevistas

Una entrevista con ‘De Machos a Hombres’: cómo desafiar al machismo y la mente patriarcal

La Ilustrada entrevistó al activista Nick Nogués, quien fundó el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas y la red social De Machos a Hombres con el propósito de educar a otros hombres alrededor del mundo y ayudar a desafiar el machismo

Arte por: Carolina Gámez | @caro_fuego

Escrito por: Némesis Mora Pérez | @nemesismora

Las constantes insinuaciones sexuales que recibimos las mujeres mientras caminamos por la calle. El envío de vídeos íntimos sin nuestro consentimiento. Cuando usan el silencio como castigo. El jefe que siempre quiere hablar por encima de nosotras. Al primero se le llama acoso callejero. Al segundo se le conoce como pornovenganza. El tercero es degradación. Y el último, mansplaining. Pero, ¿por qué la sociedad normaliza estas conductas machistas y las clasifica como “violencias sutiles” o micromachismos?

Hay quienes aseguran que las conductas machistas y patriarcales tienen un estrecho vínculo con los cimientos de la civilización hace aproximadamente 6,000 años atrás. 

Si revisamos la literatura del antropólogo chileno Claudio Naranjo, la “mente patriarcal” es un concepto que surgió entre los hombres ante la crisis de supervivencia que enfrentaron las poblaciones indoeuropeas y semitas para el año 4,000 a.C. A partir de ese hito histórico, Naranjo hace una relación entre las conductas machistas que se ejercen en la actualidad y el conjunto de violencia, desmesura, grandeza e insensibilidad que tuvieron las civilizaciones indoeuropeas.

En entrevista con La Ilustrada, el activista y fundador del Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas y el medio educativo De Machos a Hombres, Nicko Nogués, sostuvo la idea de Naranjo en “La mente patriarcal” (editorial Integral, 2010) y añadió que el juego de poder y los patrones dominantes que se ven hoy día continúan recayendo sobre el género masculino e imperando en todos los espacios que habitamos. 

“Esa mentalidad, que fue prácticamente encarnada por los varones que depredaban, conquistaban y guerreaban, sigue imperando 6,000 años después en la sociedad. Es como actualmente se entienden los negocios, las relaciones, las interacciones sociales y las dinámicas entre los países. ¿Quién conquista antes? ¿Quién domina a quién? ¿Quién controla qué? Y esa es la vara con la que se mide hoy día el progreso y la civilización. Tenemos que preguntarnos qué es la civilización. ¿Seguir depredando, guerreando, dominando y ganando? ¿Eso es a lo que llamamos civilización?”, cuestionó Nogués.

Aunque cualquier persona podría mostrar conductas machistas, el activista reveló que más del 90% de las agresiones y violencias extremas son protagonizadas por varones. Mientras que en los espacios de trabajo, el 80% de los hombres están a cargo de la toma de decisiones. 

“Con esto no estamos diciendo que todos los hombres que lean esto son violadores, agresores y acosadores. Lo que sí estamos diciendo es que tenemos un problema como varones conforme a cómo seguimos entendiendo qué es ser hombre y qué significado le damos a la masculinidad”, continuó el creador de De Machos a Hombres, cuya cuenta en Instagram supera los 360,000 seguidores.

Entre los comportamientos más normalizados se encuentran los “micromachismos”, concepto acuñado por el psicoanalista argentino Luis Bonino Méndez en 1991.  Según Nogués, los micromachismos son conductas machistas tan cotidianas, normalizadas y presentes en las vidas de las personas que se vuelven imperceptibles.                                                                                                

Se vuelven tan habituales que las escritoras mexicanas Claudia De La Garza y Eréndira Derbez decidieron renombrar el concepto micromachismos por “machismos cotidianos”. Para ambas escritoras, estos tipos de machismos nunca han sido tamaño micro, sino más bien un problema sistemático que se le impone a la sociedad desde que se establecen los roles de género al nacer.

“A diferencia de los actos evidentes de violencia contra las mujeres, estas acciones han sido normalizadas y na-turalizadas al grado de que no las vemos, muchas veces incluso son justificadas y legitimadas por la sociedad. Un micromachismo no es un ojo morado, no viola, no mata, pero sí forma parte de un sistema que permite la existencia de violencias mayores”, expresan las autoras en el libro No son micro. Machismos cotidianos.

Aunque hayan pasado milenios, la masculinidad se sigue asociando erróneamente con la fuerza física que muestra un hombre y el control que ejerce sobre los demás, en vez de apostar a la deconstrucción del machismo y promover las masculinidades positivas y antihegemónicas. Para que conozcamos mejor nuestros comportamientos y la forma en la que nos relacionamos, Nogués nos aconseja reflexionar sobre la siguiente pregunta: ¿qué tan machistas somos? Porque, para el activista, la pregunta no debe ser si eres machista o no, ya que da por sentado que hemos sido educados bajo un sistema patriarcal que arrastramos de generación en generación. 

En busca de las masculinidades positivas

Es posible que conozcas personas dentro de tu círculo familiar, amigos, compañeros de trabajo o conocidos que tengan o hayan tenido conductas machistas a lo largo de su vida. De ser así, Nogués asegura que parte de la solución está en romper el silencio cómplice y asumir el papel del agente incómodo del grupo. Es decir, confrontar y cuestionar a la persona para que sea consciente de sus conductas misóginas y pueda tomar medidas al respecto. 

“Si tienes amigos que siguen con las mismas estupideces y los mismos chistes misóginos, conviértete en el agente incómodo que le haga ver a esa otra personas que eso no hace gracia. Pregúntales qué les hace tanta gracia de eso que dijo. Hay que cuestionarlos para que, cuando les toque explicarse, esa persona se dé cuenta de la estupidez que acaba de decir. Es sumamente poderoso ser el ente incómodo de tu grupo de amigos”, explicó Nogués.

El trabajo de deconstrucción no debe verse como una tarea aislada. Todo lo contrario, la deconsturcción debe visualizarse y ejercerse en y para el colectivo. Según el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades Anti Hegemónicas, deconstruir los roles y comportamientos patriarcales también debe darse desde el interior de las organizaciones y empresas cuyo contenido y/o producto influyen en la decisión y opinión de las masas. Con este objetivo se estableció el instituto hace 3 años y, desde entonces, no ha cesado de ofrecer mentoría y asesoría a medios de comunicación, empresas y entidades como Nike, Banco Santander, ONU Mujeres y el Banco Internacional de Desarrollo. 

Además del contenido educativo que publica a diario el instituto bajo su proyecto De Machos a Hombres, yéndose viral la mayor parte del tiempo, la entidad lleva a cabo conferencias, conservatorios, entrevistas y campañas de comunicación.

“Cuando publicábamos contenido hace tres años atrás, nos encontramos con una enorme resistencia por parte de la población masculina. Ahora puedo decir con certeza que tres años después, cada vez hay más varones que nos buscan y ven el espacio como una forma de nutrir y de entender el contexto de transformación social y la reivindicación de los derechos de las mujeres en la actualidad”, aseguró Nogués. 

Némesis Mora